Elegir la tipografía adecuada para tu página web es una de esas decisiones que parece pequeña, pero que marca una gran diferencia.
Al igual que los colores, las letras también comunican emociones, estilo y personalidad.
Una buena elección puede hacer que tu página se perciba como profesional, cercana, moderna o elegante… mientras que una mala elección puede generar el efecto contrario.
La tipografía también comunica
Cada tipografía tiene una voz propia. No es lo mismo leer un texto en una letra seria y con remates, que en una fuente redondeada y moderna. Las formas, los trazos y el espaciado influyen en cómo el visitante percibe tu marca desde el primer vistazo.
💡 Ejemplo: una clínica dental puede transmitir limpieza y confianza utilizando una tipografía moderna y clara como Lato, mientras que una pastelería artesanal puede optar por una fuente más suave y redondeada que evoque cercanía y dulzura.

La importancia de la legibilidad
La legibilidad es lo primero. De nada sirve una tipografía preciosa si el usuario tiene que esforzarse para leerla. En diseño web, lo funcional siempre va antes que lo decorativo.
Además de la tipografía en sí, hay tres factores que influyen directamente en cómo se percibe el texto: el tamaño, el color y el espaciado.
Tamaño de la fuente
Para textos largos, un tamaño de entre 14 y 18 px para el cuerpo de texto es el más cómodo para visualizar en pantallas.
Los títulos y subtítulos deben ser claramente más grandes para marcar jerarquía. Si el texto se ve demasiado pequeño o los encabezados no destacan, el visitante puede perder el hilo visual y abandonar la página.
Color del texto y de los enlaces
El color del texto debe ofrecer buen contraste con el fondo. El negro puro puede resultar demasiado agresivo en pantallas, por lo que suele funcionar mejor un gris oscuro.
En cuanto a los enlaces, su función es destacar sobre el texto normal. Lo habitual es usar tonos azules o el color principal de la marca, pero siempre manteniendo suficiente contraste para que sean fáciles de identificar.
Importante: Evita usar colores similares para texto y enlaces, ya que perjudica la usabilidad.
Espaciado entre letras y párrafos (dedicado a mi socio 😉)
El espacio también comunica. Un texto con demasiado poco aire se siente agobiante, mientras que un espaciado equilibrado transmite calma y profesionalidad.
Deja siempre un espaciado entre líneas entre 1.5 y 1.8 y añade márgenes o separaciones entre párrafos para que el texto “respire”.
El interletrado (espaciado entre letras) también puede ajustarse ligeramente: aumentar un poco la separación mejora la legibilidad en fuentes muy compactas.
Tipos de tipografías y cuándo usarlas
En el diseño web se utilizan principalmente tres tipos de fuentes. Cada una tiene su propia personalidad y transmite sensaciones distintas:
- Serif (con remates):
Transmiten elegancia, tradición y confianza. Ideales para marcas con historia, estudios jurídicos o empresas que quieren proyectar seriedad.
Ejemplos : Merriweather, Playfair Display, Lora.
✅ Uso: estas fuentes son perfectas para titulares o bloques de texto donde quieres reforzar autoridad y profesionalidad. En combinación con una sans serif para el cuerpo del texto, crean contraste y jerarquía visual. -
Sans serif (sin remates):
Limpias, modernas y muy legibles en pantalla. Comunican innovación, claridad y sencillez, por lo que son las más usadas en diseño web. Perfectas para empresas tecnológicas, servicios modernos o marcas contemporáneas.
Ejemplos : Roboto, Open Sans, Lato, Poppins, Montserrat.
✅ Uso: su legibilidad en pantallas grandes y pequeñas las hace ideales para párrafos, menús y cualquier contenido de lectura continua.
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Script:
Imita la escritura a mano. Transmiten cercanía, creatividad o un toque artesanal. Funcionan muy bien en logotipos o titulares cortos, pero no deben usarse en párrafos largos porque dificultan la lectura.
Ejemplos: Dancing Script, Pacifico, Great Vibes.
✅ Uso: aportan personalidad y estilo único a tu marca, especialmente cuando se combinan con una serif o sans serif neutra.
Todas ellas están disponibles en Google Fonts, una biblioteca gratuita y muy fácil de usar, que permite integrarlas en cualquier página web de forma rápida y compatible con todos los dispositivos.
💡 Consejo práctico: Antes de elegir una tipografía en Google Fonts, prueba a escribir el nombre de tu empresa, un titular y un párrafo corto, así verás cómo se combinan y si transmite la sensación que buscas.
Google Fonts facilita la previsualización y la descarga directa, lo que hace mucho más fácil probar distintas combinaciones hasta encontrar la perfecta.

Combinar fuentes sin perder coherencia
Una buena combinación de fuentes puede darle mucha personalidad a tu página web. Sin embargo, abusar de ellas genera el efecto contrario: confusión y desorden.
Regla básica: utiliza máximo dos o tres tipografías. Una para los títulos, otra para los textos y, opcionalmente, una tercera para pequeños acentos o elementos decorativos.
💡 Ejemplo de combinación que funciona:
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Montserrat (para títulos) + Open Sans (para textos). Esta mezcla es muy común porque ofrece un contraste equilibrado y una lectura agradable.
Evita combinar fuentes demasiado similares (no aportan contraste) o demasiado diferentes (rompen la coherencia visual). El equilibrio es la clave.

Adaptada a móviles y pantallas pequeñas
Más del 70 % de las visitas a una página web provienen de dispositivos móviles. Por eso, una tipografía que se ve perfecta en un ordenador puede no funcionar igual en una pantalla pequeña.
Elige fuentes que mantengan una buena legibilidad en todos los tamaños. Asegúrate de que el cuerpo del texto sea lo bastante grande y que el espaciado entre líneas no sea demasiado justo.
Además, evita las tipografías muy finas o con detalles excesivos: en móviles pierden nitidez y se vuelven difíciles de leer.

Coherencia con la identidad de marca
Tu tipografía no debe elegirse al azar: forma parte de la identidad visual de tu marca. Tiene que encajar con el logotipo, los colores y el tono de comunicación.
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Una marca tecnológica o innovadora funcionará mejor con fuentes modernas y geométricas.
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Una empresa de servicios profesionales puede optar por una tipografía sobria y equilibrada.
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Y una marca relacionada con el bienestar o la sostenibilidad puede elegir fuentes redondeadas y suaves que transmitan armonía.
La tipografía debe decir lo mismo que tus palabras. Si tu marca habla con cercanía, elige letras que también lo hagan.

Elegir bien la tipografía no es un detalle menor: influye directamente en la experiencia del usuario, en la confianza que genera tu marca y en la percepción de profesionalidad.
Una tipografía adecuada refuerza tu mensaje, mejora la lectura y ayuda a que tu página web se vea coherente y atractiva. En cambio, una elección inadecuada puede hacer que todo el diseño pierda fuerza.
💡 Si todavía no has definido la paleta de colores de tu web, te recomendamos leer nuestro artículo sobre qué colores elegir para tu página web
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