El Kit Digital se presentó como la gran solución para que autónomos y pequeñas empresas pudieran dar el salto a Internet sin tener que asumir grandes costes.

Una ayuda pública, financiada con fondos europeos, que parecía la oportunidad perfecta para digitalizar negocios locales, montar tiendas online o mejorar la visibilidad en Google.

La realidad, sin embargo, ha sido muy distinta: lo que prometía ser un impulso se ha convertido, para muchos, en una decepción.

engaño del kit digital

Una ayuda que sonaba demasiado bien

El planteamiento inicial era ilusionante: miles de euros a fondo perdido para invertir en soluciones digitales.

Muchos autónomos pensaron que, por fin, tendrían acceso a una web profesional, una tienda online funcional o herramientas para competir con las grandes empresas.

Pero entre lo que se anunció y lo que realmente se entregó hay un abismo.

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Agentes digitalizadores

Uno de los primeros grandes problemas del Kit Digital fue que, debido a los estrictos requisitos del programa, las empresas no podían contratar directamente a sus diseñadores de páginas web de confianza y se veían obligadas a trabajar únicamente con agentes digitalizadores autorizados.

Esto abrió la puerta a que muchos negocios pequeños terminaran contratando a grandes empresas o intermediarios sin experiencia real en desarrollo web, cuyo único interés era gestionar la subvención, más que ofrecer soluciones de calidad.

El resultado: proyectos paralizados y páginas web de baja calidad.

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Burocracia

Solicitudes farragosas, documentación interminable y tiempos de espera que en muchos casos se alargaron meses.

Para negocios pequeños, que no tienen un departamento administrativo ni recursos para perder, este proceso ha sido un obstáculo enorme. Esas gestiones se supone que las debían hacer los fantásticos agentes digitalizadores.

Resultado: solicitudes no presentadas, dinero prometido no llegaba y proyectos paralizados.

Y lo más grave: en muchos casos, la propia ayuda ha terminado convirtiéndose en un problema fiscal.

Falta de mantenimiento posterior o servicios de mantenimiento costosos e ineficientes

Muchas empresas que recibieron una web a través del Kit Digital se encontraron con que, una vez entregado el proyecto, no había seguimiento alguno.

Las webs dejaban de actualizarse, los errores no se corregían y cualquier mejora adicional suponía un coste extra desproporcionado.

Incluso en los casos donde se ofrecía mantenimiento, este era muchas veces ineficiente: contratos caros, con pocas horas de soporte, limitaciones en funcionalidades básicas o dependencia total del agente digitalizador.

Esto ha dejado a muchos autónomos y empresas sin control real sobre su presencia digital, obligándolos a pagar más solo para mantener online algo que, en teoría, ya estaba cubierto por la subvención.

El resultado: frustración, sensación de abandono y pérdida de confianza tanto en los proveedores como en el propio programa del Kit Digital.

Páginas web de “copia pega”

Otro de los grandes engaños del kit digital ha estado en la calidad de los trabajos realizados.

Muchos agentes digitalizadores se han limitado a cumplir el expediente, ofreciendo páginas web genéricas, sin personalidad y sin estrategia real detrás.

  • Webs que parecen clones unas de otras.

  • Tiendas online sin trabajo de posicionamiento, que nunca generan ventas.

  • Proyectos estandarizados, sin adaptarse a las necesidades de cada empresa.

En la práctica, muchos negocios han recibido un producto que no aporta clientes ni valor real, convirtiendo la ayuda en papel mojado.

Los más perjudicados han sido los autónomos y pymes que confiaron en el programa pensando que era una inversión en el futuro de su negocio. Han terminado con webs desactualizadas, tiendas online que no funcionan y, en algunos casos, incluso con más problemas que antes.

El resultado: dinero público malgastado y empresas que siguen igual de invisibles en Internet.

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Lo que de verdad necesita una empresa

Un estudio personalizado

No es lo mismo hacer una página web una panadería de barrio que una empresa industrial o un despacho profesional.

Cada uno tiene sus propias necesidades: desde visibilidad local en Google Maps hasta un ecommerce completo con pasarela de pago y gestión de envíos.

Formación y acompañamiento

Otro de los fallos del Kit Digital ha sido entregar herramientas sin explicar cómo usarlas.

De nada sirve tener una tienda online si nadie te enseña a actualizar productos, lanzar campañas o analizar las ventas.

En net949 no solo nos encargamos de diseñar página web o tienda online… también te la gestionamos!

Resultados, no solo apariencia

Una página web bonita que no aparece en Google es como un escaparate en medio del desierto: nadie la ve.

El diseño de una tienda online es un factor muy importante para captar la atención de los clientes y convertir visitantes en compradores.Desde la presentación de los productos hasta el proceso de pago, cada detalle cuenta.

No basta con publicar tus productos en una página web… Hay que saber venderlos.

Por todos estos motivos, en net948 consideramos que el kit digital ha sido más propaganda que una solución útil, ya que el posicionamiento de una página web no se consigue rellenando formularios ni con soluciones estándar. Se logra cuando hay compromiso, profesionalidad y un trabajo medido por resultados concretos: más visibilidad, más clientes y más ingresos.